miércoles, 30 de abril de 2014

Hexagonales y círculos





Por si acaso ... que ya se yo que alguno la va a querer así ...





lunes, 28 de abril de 2014

Pero que hacen esos dos locos ?



Que se han salido de la carreteraaaaaaaaaaaaaa !!!!




viernes, 18 de abril de 2014

jueves, 17 de abril de 2014

miércoles, 16 de abril de 2014

lunes, 7 de abril de 2014

Txillida y ella





El Peine del Viento XV 

( comúnmente conocido como Peine del Viento o El Peine del Viento,
y erróneamente como Peine de los Vientos )
es un conjunto de esculturas de Eduardo Chillida sobre una obra arquitectónica del arquitecto vasco Luis Peña Ganchegui,
siendo probablemente su obra más importante y conocida.

Se encuentra situado en un extremo de la bahía de La Concha,
al final de la Playa de Ondarreta,
en el municipio de San Sebastián, en la provincia de Guipúzcoa, en el País Vasco.
Está compuesto por tres esculturas de acero,
de 10 toneladas de peso cada una,
incrustadas en unas rocas que dan al mar Cantábrico,
cuyas olas las azotan.
Chillida siguió trabajando en la serie Peine del Viento, que coincide en el aspecto formal con su colección de Estelas,
y particularmente, con las dedicadas a Picasso, Allende y Neruda.

La obra fue finalizada en 1976.
Además de las esculturas,
se acondicionó una zona en los alrededores de las mismas con unas salidas de aire

y agua que se abastecen de las olas que rompen contra las rocas y las esculturas.








viernes, 4 de abril de 2014

Cuevas y Museo de Zugarramurdi



“Sorginen Leizea”

constituye un impresionante complejo cárstico superficial situado a menos de medio kilómetro de distancia del casco urbano de Zugarramurdi en dirección oeste, en el antiguo camino Zugarramurdi-Sara, que lo atraviesa parcialmente.
La cavidad principal fue horadada por una corriente de agua, aún caudalosa en la actualidad, denominada la Regata del Infierno o "Infernuko Erreka" que la atraviesa conformándola como un amplio túnel cuyo eje se orienta de noeste a suroeste, alcanzando una longitud de 120 metros, y una amplitud de 22 a 26 metros en su extremo oriental y unos 12 metros en su salida o boca occidental, así como una altura media de 10 a 12 metros.
El conjunto se completa con dos galerías más altas, de orientación similar a la galería principal, que se abren a la misma.



El nombre de este conjunto cárstico hace mención a las celebraciones paganas que tenían lugar en algunas de sus salas en la antigüedad y que, en el Proceso Inquisitorial de 1609 a 1614, fueron presentadas como prueba evidente de que en Zugarramurdi se desarrollaban actos donde se ejercía la brujería.













Gran parte de los visitantes llegan a Zugarramurdi atraídos por las historias y leyendas que fueron surgiendo en torno al proceso inquisitorial de 1610.
El origen de este dantesco episodio de la historia de Zugarramurdi hay que situarlo en el relato de una joven de la localidad acerca de sus sueños, en los que aseguraba haber volado y haber visto a varias personas del pueblo participando en Akelarres.
Inicialmente el episodio se habría resuelto con la intervención del párroco, quien habría requerido a los culpables que descargasen sus conciencias, pero posteriormente intervino la Santa Inquisición, seguramente avisada por el abad del Monasterio de Urdax.
Como resultado de la intervención de los inquisidores fueron encausadas 53 personas de la comarca, que fueron llevadas a Logroño.
La mayoría de ellas murieron en las cárceles o en el camino.
El 7 de noviembre de 1610 se celebró el Auto de fe y, como resultado del mismo, 21 arrestados fueron acusados de delitos menores, 21 fueron perdonados y 11 condenados a la hoguera (6 en persona y 5 en efigie, junto con sus restos mortales), habiendo sido quemados el domingo 8 de noviembre de 1610.

Zugarramurdi no es el único pueblo de Navarra al que afectó esta fiebre brujeril.
Existen documentos que prueban las vivencias de episodios similares en al menos 64 localidades más.
Pero Zugarramurdi, por la dimensión social que tuvo a nivel Europeo aquel Auto de Fe de 1610, se ha ganado el popular sobrenombre de "Pueblo de las Brujas".
Con la intención de dar a conocer lo que sucedió en Zugarramurdi y su entorno a principios del XVII, esta localidad navarra ha rehabilitado su viejo hospital, situado en el mismo pueblo en la salida hacia las cuevas, para instalar en él el Museo de las Brujas de Zugarramurdi.

Este espacio museístico inaugurado en julio 2007 quiere ser un lugar donde perpetuar la memoria histórica y mostrar al visitante cómo era la vida cotidiana de aquellas gentes.
Un homenaje a las personas, hombres y mujeres, que fueron víctimas de una situación social trasnochada, de una ola de pánico brujeril, y de una Inquisición que necesitaba imponer su autoridad.
Un espacio de duelo y recuerdo, un lugar donde contar interesantes historias, en su contexto, con sus matices de luz y oscurantismo, de forma rigurosa pero también amena y apasionante.
Rompiendo con la imagen folklórica de las brujas, se quiere dar paso a esa otra realidad de unas mujeres y unos hombres acusados de cosas inverosímiles, envueltos en relatos fantasiosos, y finalmente quemados en una hoguera.
Detrás de todo esto, existe también todo un mundo de leyenda y de mitología, con Mari y Aker como protagonistas; en un contexto de fiestas y de ritos paganos que nos hablan de una práctica arraigada en la medicina popular.













miércoles, 2 de abril de 2014